barcelona

Hola, barcelona

La fantástica arquitectura y restaurantes de moda se han unido con el soleado clima y las playas del sur de España. Esto ha transformado a Barcelona en sólo unas pocas décadas de una ciudad portuaria en declive a uno de los destinos más importantes de Europa, por no decir del mundo. Pasee por La Rambla, admire la fachada de la Casa Calvet o la Casa Milá de Gaudí, visite el Mercado de la Boquería o vaya de compras en El Corte Inglés y pruebe algunos de los numerosos bares y cafés para disfrutar de la vida nocturna en una de las ciudades más dinámicas del mundo.

La ciudad
Como tantas otras ciudades del Mediterráneo, Barcelona fue fundada por los romanos, a la que llamaban Barcino. Era una ciudad portuaria ubicada más o menos por donde está la Catedral. En los primeros tiempos, Barcino pasaba bastante desapercibido y Tarragona era la capital de la provincia. Luego llegaron los visigodos y los moros pero tampoco hicieron de Barcino una ciudad próspera. No fue hasta la llegada de los francogermanos en el siglo X cuando Barcelona y Cataluña iniciaron sus primeros pasos hacia una identidad propia que se diferencia de la española. Quizás se note más en el idioma. El castellano tiene muchas palabras árabes, el catalán muchas francesas. El catalán no es un dialecto del español, sino un idioma propio, más parecido al provenzal. En la Barcelona de hoy se nota la historia en la geografía de la ciudad. Cerca del mar están los barrios más antiguos como el Barri Gòtic, lleno de tiendas. Hasta el año 1980 estos eran barrios de chabolas con su propio Barrio Chino y Red Light District. Hoy los barrios están reformados y hay tiendas de diseño y cafés exquisitos. Si se camina hacia el norte se llega al Eixample, que forma parte de la ampliación de Barcelona hecha en el siglo XIX, con calles muy largas y muy rectas. En los cruces se han creado unas placitas, xamfrà, que son el resultado de la eliminación de las esquinas de las casas.